La Sociedad Española de Reumatología (SER) ha celebrado la I Jornada Multidisciplinar en Fragilidad Ósea, en Barcelona.
Se estima que 1 de cada 4 mujeres postmenopáusicas (a partir de los 50 años aproximadamente) tiene osteoporosis, mientras que este porcentaje aumenta al 40% en mujeres de edades comprendidas entre los 70 y 79 años, afectando también al 11,3% en varones de la misma edad. Además, se calcula que se producen más de 25.000 fracturas osteoporóticas cada año, que ocasionan en España unos costes directos e indirectos de más de 526 millones de euros. Sin embargo, “a pesar de todos estos datos, y del gran impacto que supone esta enfermedad, no supone una prioridad en salud pública”, advirtió la Dra. Lidia Sánchez, reumatóloga del University Hospital Bristol NHS Trust (UK), en el marco de la I Jornada Multidisciplinar en Fragilidad Ósea, organizada por la Sociedad Española de Reumatología, con la colaboración de Amgen y Lilly.
Las consecuencias de las caídas constituyen uno de los mayores problemas de salud en gente mayor en los países occidentales. “En España, se calcula que alrededor de un 78% de la mortalidad y un 45% de la incapacidad secundaria a caídas en población a partir de 70 años son directamente atribuibles a la baja masa ósea, y por lo tanto prevenibles”, apuntó.
En Europa, el estudio Global Burden of Diseases ha demostrado que el impacto en salud de las fracturas osteoporóticas en términos de mortalidad prematura y disminución de la calidad de vida son superiores al impacto en salud de todos los tipos de cáncer (con excepción del cáncer de pulmón).
A juicio de la especialista, “los afectados por esta enfermedad irán aumentado debido a su estrecha relación con el progresivo envejecimiento de la población”. Según un estudio, la mortalidad debida a caídas en individuos a partir de 70 años en España se duplicó desde el año 1990 al 2010, y ha seguido aumentando desde entonces. Se estima que aproximadamente tres cuartas partes de esta mortalidad está relacionada directamente con las fracturas osteoporóticas.
Según una revisión reciente liderada por la International Osteoporosis Foundation (IOF), el coste de esta patología en la Unión Europea en el año 2010 alcanzó los 37.000 millones de euros. La prevención farmacológica solo representa un 5% de los gastos totales. Estas cifras son significativamente mayores que las observadas en otras enfermedades como los accidentes cerebrovasculares o el parkinson.
Beneficios de las Fracture Liaison Services
En cuanto al diagnóstico, los expertos coindicen en señalar que “se ha mejorado en los últimos años en el cribaje en asistencia primaria y en la prevención de causas secundarias”. Sin embargo, la mayor parte de los individuos mayores de 50 años con fractura aguda después de una caída no son estudiados o tratados para prevenir otras fracturas. En este sentido, la Dra. Sánchez destacó la importancia de las ‘Fracture Liaison Services’, como “importante herramienta para la prevención secundaria de fracturas”.
En este sentido, el Dr. Antonio Naranjo, reumatólogo del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, explicó que las ‘Fracture Liaison Services’ (FLS) son Unidades que se encargan de estudiar y tratar a los pacientes con fractura por fragilidad para así reducir el riesgo de nuevas fracturas. La mayoría están compuestas por profesionales de varias especialidades con participación destacada de enfermería. “Los pacientes que han sufrido fractura por fragilidad (bajo impacto) reciben tratamiento sólo en un 15-20% con la atención médica estándar, cifra que aumenta a más del 50% cuando se instaura una FLS. Los estudios publicados demuestran que este tipo de Unidades reducen la mortalidad por la menor incidencia de nuevas fracturas, aproximadamente la mitad en comparación con la atención estándar”, aseguró.
En España han solicitado el reconocimiento de FLS a la IOF unas 30 unidades, la mitad de ellas han obtenido un diploma acreditativo. “La FLS del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín está liderado por Reumatología con la colaboración de Geriatría y Atención Primaria. Se instauró a comienzos de 2012 y es el primero de nuestro país en obtener el diploma de la IOF. En la actualidad atiende un promedio de 55 pacientes cada mes, tanto ambulatorios como ingresados (fractura de cadera). Los resultados en términos de inicio de tratamiento y persistencia hasta 3 años son muy satisfactorios, en torno al 70%”, explicó el Dr. Naranjo durante el encuentro, que ha contado con el aval de la Sociedad Española de Traumatología y Cirugía Ortopédica (SECOT), de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) y de la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitaria (CAMFiC).
Suplementos de calcio y vitamina D: no se recomienda su uso como medida de salud pública
Por otro lado, el Dr. Rodrigo Ramos, reumatólogo del Hospital Nisa Sevilla Aljarafe, insistió en que “no todos los pacientes con osteoporosis deben tomar suplementos de calcio y vitamina D ya que, como se indica en su ficha técnica, están recomendados en caso de ingesta insuficiente de calcio (dieta) y/o en pacientes con déficit de vitamina D. En pacientes en tratamiento con fármacos antiosteoporóticos, se aconsejan junto con éstos en caso de que los pacientes no alcancen a través de la dieta cantidades suficientes de estos elementos. En la actualidad se recomienda una ingesta de calcio de 1.000-1.200 mg. al día y de 600-800 UI de vitamina D. Se aconseja que el aporte proceda en su mayor parte de la dieta. Si no es posible, se advierte que los suplementos no tengan dosis superiores a los 500 mg. de calcio y se recomienda administrar con el almuerzo o la cena. Por otra parte, para pacientes con niveles óptimos de vitamina D, sería suficiente con 700-800 mg. al día”.
Este tipo de suplementos sólo han demostrado eficacia en la prevención de fracturas en población senil, institucionalizada (que viven en residencias de ancianos), y que tienen déficit de ingesta de calcio y/o vitamina D o niveles bajos de vitamina D; en población general osteoporótica no han demostrado eficacia en la prevención de fracturas por fragilidad. “Su uso en monoterapia no está indicado en pacientes con osteoporosis y alto riesgo de fractura. Tampoco están indicados en la prevención de la osteoporosis en cuanto a la prevención de la pérdida de masa ósea”, precisó el Dr. Ramos.
Además, -añadió el especialista- “hay que tener en cuenta que este tipo de suplementos tienen efectos secundarios, siendo los más frecuentes la intolerancia gastrointestinal (distensión abdominal, flatulencia, estreñimiento) que ocasionan con frecuencia el abandono del tratamiento, estimándose que la adherencia no supera el 40-50%”. En los últimos años, algunos estudios los han relacionado con un incremento de riesgo cardiovascular. “Existen dudas sobre su seguridad cardiovascular; debido a ello, no se recomienda su uso de forma generalizada hasta que pueda aclararse esta controversia”, concluyó el reumatólogo.