Hoy, 15 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la lumbalgia.
La lumbalgia, conocida coloquialmente como lumbago o dolor lumbar, se define como un dolor localizado en la zona baja de la espalda, entre el límite inferior de las costillas y la zona glútea (a la que a veces abarca), causado por alteraciones de las diferentes estructuras que forman la columna vertebral a ese nivel, como ligamentos, músculos, discos vertebrales y vértebras. “Tiene una alta prevalencia en la población adulta, de hecho, se estima que, en un intervalo de 6 meses, más de dos millones de personas en España dejan de realizar al menos durante un día su actividad habitual debido a la lumbalgia. Esta patología supone un coste sociosanitario muy alto, ya que representa la principal causa de incapacidad laboral en personas menores de 50 años”, explica el Dr. Marcos Paulino, presidente electo de la Sociedad Española de Reumatología (SER), al tiempo que advierte que su evolución apunta al alza: “Uno de los últimos estudios que fue publicado en la revista The Lancet Rheumatology sobre la prevalencia de esta patología calcula que en 30 años se superarán los 800 millones de afectados a nivel mundial”, aunque el reumatólogo ha dejado una puerta al optimismo recordando que “hay esperanza de reducir estos niveles de prevalencia si se presta atención a minimizar los factores de riesgo que señalan los autores de este trabajo publicado hace unos meses como agravantes de esta dolencia, es decir, si se controla la obesidad, el tabaquismo y las malas posturas en el trabajo”.
Para combatir la obesidad, además de cuidar la alimentación, es muy beneficioso realizar ejercicio físico de manera frecuente, lo que, a su vez, contribuirá a fortalecer la musculatura y prevenir el riesgo de sufrir dolor lumbar.
Con relación al ejercicio, el Dr. Paulino recuerda que “existe la falsa creencia de hacer reposo prolongado y evitar los movimientos de la columna cuando se sufre lumbalgia, pero nada más alejado de la realidad científica, ya que se ha demostrado que evitar el reposo y tratar de recupera la actividad ayuda significativamente en la recuperación de las personas que sufren dolor lumbar. Si bien es cierto que el ejercicio hay que realizarlo con cuidado y adaptado a la limitación física de la persona en ese momento. Un ejemplo serían los ejercicios recomendados para esta patología incluidos en el proyecto Reumafit (ver enlace)”.
En cuanto al tabaquismo, el especialista en Reumatología recuerda que “este hábito suele relacionarse con otros factores del estilo de vida que se han relacionado con un riesgo mayor de sufrir lumbalgia, como son la obesidad, la inactividad física y no dormir lo suficiente”. Además, “fumar se ha asociado con daño en las estructuras óseas, en este caso de la columna”.
Con respecto a la actividad laboral, aquellos trabajos que conllevan estar sentado o de pie mucho tiempo, levantar objetos muy pesados, así como rotar flexionar el tronco de manera repetida pueden conducir a posturas inapropiadas y sobresfuerzo que produzcan lumbalgia. “Aunque tampoco debemos olvidar factores como el estrés y la fatiga, que pueden contribuir a una mayor tensión acumulada en la zona de manera inconsciente y, por ende, a la aparición de dolor lumbar”, apunta el jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Ciudad Real.