Los días 28 y 29 de mayo se ha celebrado el VIII Curso de Vasculitis de la Sociedad Española de Reumatología, con la colaboración de Roche.
Las vasculitis son un conjunto de enfermedades cuyo nexo en común es la inflamación de los vasos sanguíneos (arterias, venas, capilares, etc.), que provoca alteraciones variables en los mismos, desde dilataciones o aneurismas hasta estenosis o disminución del flujo vascular. “A pesar de tratarse de enfermedades poco frecuentes y muy complejas, lo que dificulta la detección, en los últimos años se han producido avances significativos en los tratamientos, gracias a nuevas terapias biológicas, que han favorecido una mejor evolución y pronóstico de los pacientes”, según ha puesto de manifiesto el Dr. Javier Loricera, reumatólogo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander), en el marco del VIII Curso de Vasculitis de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que se ha celebrado los días 28 y 29 de mayo y que ha contado con la colaboración de Roche.
Asimismo, este especialista ha destacado que “en el ámbito del diagnóstico también ha habido avances importantes, algo que merece la pena destacar dado que, a menudo, supone un reto para los profesionales sanitarios porque los pacientes con vasculitis pueden presentar manifestaciones clínicas y analíticas inespecíficas”.
Por su parte, otro de los coordinadores de esta iniciativa, el Dr. Alejandro Olivé Marqués, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario German Trias i Pujol (Barcelona), ha explicado que existen diferentes tipos de vasculitis en función de la zona afectada, dividiéndose en: vasculitis de grandes vasos, vasculitis de medianos vasos y vasculitis de pequeños vasos.
De forma general, se pueden hacer dos distinciones, las vasculitis primarias y secundarias. Así, las vasculitis primarias ocurren sin una causa aparente y sin estar asociadas a ninguna otra enfermedad, estando mediadas por mecanismos inmunitarios en personas genéticamente predispuestas. Mientras que las vasculitis secundarias pueden ocurrir como consecuencia de un daño directo sobre el vaso debido a enfermedades autoinmunes (como el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide), infecciones (hepatitis B o C, sífilis o VIH), una reacción a ciertos tipos de medicamentos o proteínas heterólogas en el caso de enfermedades del suero.
Las dos vasculitis más frecuentes son: la arteritis temporal de células gigantes, que afecta a pacientes de edad avanzada y obedece a arterias de gran tamaño y, por otra parte, la vasculitis leucocitoclástica, que se manifiesta en forma de púrpura palpable y en la que sí se puede identificar una causa desencadenante que puede estar relacionada con el uso de fármacos.
“En la mayoría de las vasculitis su causa es desconocida y no hay un perfil concreto de pacientes, aunque hay subtipos más característicos según el grupo de edad. Sus manifestaciones clínicas pueden ser muy amplias y dependerán del tipo de vaso que esté dañado”, apunta el especialista.
VIII Curso de Vasculitis
La octava edición del Curso SER de Vasculitis, que se ha celebrado en formato digital y ha contado con la colaboración de Roche, ha tenido una gran acogida entre los profesionales y ha contado con especialistas de alto nivel para tratar las últimas novedades en torno a este conjunto de enfermedades, ha detallado la Dra. Elvira Díez, reumatóloga del Complejo Asistencial Universitario de León y también coordinadora del curso.
En este curso se han tratado desde aspectos básicos como clasificación de las vasculitis, hasta la importancia de los anticuerpos antineutrófilo (ANCAs) como biomarcador de la enfermedad, así como la puesta al día en el tratamiento de la arteritis temporal de células gigantes, que es la más frecuente y que afecta a personas en edad avanzada. Además, se hizo un intenso repaso de diferentes tipos de vasculitis: arteritis de Takayasu, panarteritis nodosa, pseudovasculitis, enfermedad de Behçet; se abordó también el diagnóstico de algunas de ellas y se introdujo el tema de las manifestaciones cutáneas de la infección por COVID-19, tan de actualidad.
El curso se completó con el ya tradicional apartado de casos clínicos que tiene un gran éxito entre los asistentes al poder valorar situaciones que se ven con dificultad en la práctica clínica. “De ahí la importancia de mejorar la formación en este ámbito concreto de la Reumatología, en la que los reumatólogos deben tener un papel clave en el diagnóstico, manejo y abordaje de las mismas”, según concluye la especialista.