La Sociedad Española de Reumatología colabora con el Ayuntamiento de Bilbao y la Sociedad Reumatológica de Euskadi para paliar la huella de carbono del ‘IX Simposio EAS de la SER’.
Los factores ambientales influyen en la salud de las personas pudiendo producir una importante carga de enfermedad en la sociedad, más aún cuando la actividad humana modifica las características del entorno.
La calidad del medioambiente en el que vivimos repercute directamente en nuestra salud y bienestar. Al igual que la actividad humana modifica las características de su entorno, los factores ambientales modificados pueden producir una importante carga de enfermedad en la sociedad.
Los expertos llevan años alertando sobre los riesgos para la salud asociados al cambio climático, la contaminación atmosférica o la pérdida de biodiversidad. Estos problemas medioambientales acentúan enfermedades cardiovasculares, respiratorias y reumáticas, entre otras. “Un estudio reciente ha puesto de manifiesto que el aumento de temperatura y humedad ambiental produce un incremento de brotes articulares, cutáneos y hematológicos en los pacientes con lupus, una enfermedad reumática autoinmune sistémica que afecta a más de 75.000 personas en España”, ejemplifica la Dra. Nuria Vegas Revenga, presidenta de la Sociedad Reumatológica de Euskadi y especialista de Reumatología en el Hospital Universitario de Galdakao.
Con motivo de la celebración del ‘IX Simposio de Enfermedades Autoinmunes’ que organizó la Sociedad Española de Reumatología (SER) en Bilbao, los días 16 y 17 de febrero, más de 350 especialistas se han trasladado hasta dicha ciudad. Dado el compromiso que la SER tiene con el medioambiente ha querido revertir el impacto negativo que esto supone en el mismo por uno positivo, a través de la plantación de ejemplares de Quercus robur en el parque Etxebarria, en colaboración con el Ayuntamiento de Bilbao.
Nora Abete, teniente alcalde y concejala del área de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao, subraya la importancia de este tipo de actuaciones “en beneficio del medio ambiente ya que contribuyen a la absorción de los gases de efecto invernadero”. Añade que iniciativas como esta coinciden con el principal objetivo del área que dirige, que es el de “conseguir que Bilbao sea una ciudad más verde, más accesible y más respetuosa con el medio ambiente donde todas las personas podamos vivir más y mejor”.
Compromiso con las zonas verdes
Cada vez más la población a nivel mundial se concentra en áreas urbanas. Las repetidas olas de calor han puesto de manifiesto cómo los centros urbanos se calientan más que la periferia. Un efecto que se podría mitigar con más arbolado y zonas verdes. Los parques y las zonas arboladas tienen temperaturas más bajas que su entorno de asfalto. Además, su sombra favorece la protección de los rayos del sol, un problema muy serio para pacientes con enfermedades autoinmunes como el lupus o el síndrome de Sjögren, tal y como insiste la Dra. Vegas: “Es conocidísimo el riesgo de los pacientes con lupus eritematoso sistémico a la exposición de luz ultravioleta, que cursa con aumento de la fotosensibilidad y de la actividad sistémica”.
Esta colaboración entre la Sociedad Española de Reumatología, el Ayuntamiento de Bilbao y la Sociedad Reumatológica de Euskadi contribuye a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la Agenda 2030, un legado que resulta importante para estas tres instituciones.