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  • Las personas con espondiloartritis pueden sufrir un retraso diagnóstico de hasta 4 años, siendo peor entre las mujeres

Los días 18 y 19 de octubre ha tenido lugar la actividad ‘Lo mejor del año en espondiloartritis’ de la Sociedad Española de Reumatología, con la colaboración de Johnson & Johnson.

El retraso diagnóstico en las espondiloartritis puede llegar a superar los 4 años en algunos casos, siendo peor en el caso de las mujeres. “Esta situación se debe principalmente a la sintomatología inicial inespecífica y muy variable de estas patologías (espondiloartritis axial, artritis psoriásica, espondiloartritis asociada a enfermedad inflamatoria intestinal o artritis reactiva), que causa una demora en la derivación de estos pacientes a Reumatología; junto a la falta de concienciación sobre estas enfermedades”, según ha advertido la Dra. Ana Urruticoechea, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitari Son Espases (Islas Baleares), quien también ha resaltado “la importancia de garantizar este diagnóstico precoz, ya que se ha demostrado que mejora el pronóstico y la respuesta a los tratamientos”.

Durante el curso ‘Lo mejor del año en espondiloartritis’ de la Sociedad Española de Reumatología, que se ha celebrado este fin de semana con la colaboración de Johnson & Johnson, la Dra. Laura Berbel, reumatóloga del Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona), ha abordado el tema de la perspectiva de género en la artritis psoriásica destacando que “las mujeres suelen experimentar un retraso diagnóstico mayor debido a la presentación de síntomas más vagos, como dolor generalizado y fatiga. En cambio, los hombres tienden a reportar síntomas más avanzados, lo que facilita un diagnóstico más rápido, pero en etapas más graves de la enfermedad”.

En cuanto a la presentación clínica, la especialista ha explicado que “los varones suelen presentar mayor afectación axial, con más casos de uveítis y dactilitis; mientras que las mujeres tienen más afectación periférica, con mayor prevalencia de entesitis. Además, éstas suelen reportar más afectación global en los índices de actividad desde el inicio y suelen mostrar una menor respuesta a los tratamientos biológicos (especialmente a los inhibidores del TNF e IL-17), mientras que la eficacia de los inhibidores de la JAK cinasa parece ser igual entre ambos géneros”.

Como conclusión, la Dra. Berbel, ha recalcado que “las mujeres reportan una peor calidad de vida en comparación con los hombres, presentan mayor discapacidad funcional y depresión, lo que impacta en su capacidad para gestionar la enfermedad”. Por eso -ha añadido- “es crucial promover estudios y análisis diferenciados por género tanto en los ensayos clínicos como en la práctica clínica diaria. La perspectiva de género en la artritis psoriásica permite personalizar mejor los tratamientos y mejorar los resultados en ambos sexos”.

En esta línea, desde la Sociedad Española de Reumatología se puso en marcha el ‘Observatorio de Igualdad de la SER’ con el objetivo de trabajar para conseguir una situación igualitaria en la especialidad de Reumatología, tanto entre los profesionales, como en el área de investigación y manejo de las enfermedades reumáticas.

Retos e investigación

Respecto a los avances, la Dra. Urruticoechea, una de las coordinadoras de la actividad formativa, ha asegurado que se dirigen hacia la Medicina de precisión. Asimismo, se muestra optimista por “el incremento en la colaboración entre especialistas en Reumatología y otros profesionales implicados en el manejo de las espondiloartritis, para abordar aspectos como la afectación cutánea, intestinal, ocular, el riesgo cardiovascular y la salud mental, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes”. También ha hecho mención a otros avances en las técnicas de imagen como la ecografía, resonancia magnética y la tomografía computarizada.

Por su parte, la otra coordinadora del curso, la Dra. Mª Ángeles Puche, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba), ha repasado los desafíos más importantes a los que se enfrenta este ámbito, además del diagnóstico temprano, jugando un papel fundamental “la necesidad de tratamientos más personalizados que se adapten a la diversidad de manifestaciones clínicas, comorbilidades y a las peculiaridades de cada paciente”.

En este sentido, “la investigación en espondiloartritis está evolucionando hacia una mejor comprensión de los mecanismos subyacentes de la enfermedad y el desarrollo de terapias dirigidas personalizadas. Las nuevas generaciones de fármacos biológicos y sintéticos dirigidos están en el centro de las discusiones actuales. Se están investigando también biomarcadores que permitan una detección precoz de la enfermedad y la monitorización de la respuesta al tratamiento”, ha precisado la especialista.

Curso Lo Mejor del año en espondiloartritis 2024

En este curso –que ha contado con la colaboración de Johnson & Johnson- se ha ofrecido una actualización de los últimos avances en el manejo y tratamiento de la espondiloartritis, con expertos en esta patología, desde médicos investigadores junior a senior. Entre los temas más relevantes se han tratado los avances en diagnóstico, nuevas estrategias terapéuticas, y el impacto de la perspectiva de género en la enfermedad.

Además, se debatió sobre el manejo de las comorbilidades y el uso de la imagen para un diagnóstico más preciso. “Este conocimiento ha servido para proporcionar a los asistentes las herramientas necesarias para mejorar la atención de sus pacientes y estar informados de las últimas novedades en el manejo de estas patologías”, ha concluido la Dra. Puche.