Más de un centenar de especialistas internacionales se dan cita en el ‘SER-OARSI Symposium 2023’, que se celebra el 22 y 23 de junio por primera vez en A Coruña.
La artrosis es la enfermedad reumática más frecuente y una de las patologías médicas que afecta a un mayor porcentaje de la población, alrededor del 30% de las personas mayores de 40 años padecen artrosis en alguna de sus articulaciones. “En números absolutos representa que 242 millones de personas sufren artrosis en el mundo (en España unos 7 millones y en Galicia aproximadamente 900.000). La artrosis es la tercera causa de incapacidad laboral y el gasto que ocasiona supera los 12.000 euros por cada paciente al año”, cuantifica el Dr. Francisco Blanco, reumatólogo en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña y presidente del Comité Científico del ‘SER-OARSI Symposium 2023’, que se celebra estos días en A Coruña y donde se dan cita los principales especialistas en artrosis a nivel mundial. En concreto, el encuentro cuenta con 27 ponentes de 11 países distintos, con representación de los 4 continentes (Europa, Asia, Oceanía y Norte-América diferentes) y más de un centenar de asistentes.
Hay determinantes sociales de la salud que están directamente relacionados con la artrosis, principalmente está ligada al envejecimiento. “Pero también hay otros factores importantes asociados a la artrosis, como son la predisposición genética, obesidad y todo aquello que incrementa el impacto mecánico sobre las articulaciones como la práctica de deportes de contacto como el fútbol, tenis, balonmano etc.”, explica el Dr. Blanco, al tiempo que advierte de que “el hecho de que la edad media de la población haya aumentado, así como la obesidad y la práctica de deportes de contacto son los tres principales motivos del aumento de la artrosis en los últimos años”.
En este sentido, el Dr. José Antonio Pinto Tasende, representante de la Sociedad Española de Reumatología (SER) y reumatólogo en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña, recuerda que “en las personas con obesidad la artrosis es casi 3 veces más frecuente que en las personas con peso normal. En el caso de la artrosis de rodilla, la cifra se eleva, llegando a ser 5 veces más frecuente”. De hecho, la Estrategia publicada por el Ministerio de Sanidad en España, también señala la relación de la artrosis de rodilla y de cadera con la obesidad. En este caso, el Dr. Pinto recuerda que “tanto el fortalecimiento de la musculatura, como los ajustes ergonómicos pueden influir en su prevención”. En el caso del ejercicio físico moderado y adaptado mejora la evolución de la artrosis, ya que reduce el dolor, disminuye la inflamación y aumenta la movilidad. “La realización de ejercicio físico a partir de los 65 años reduce la fragilidad y el riesgo de caídas”, apunta el Dr. Pinto Tasende.
Biomarcadores y medicina de precisión
Como ya se ha mencionado, la artrosis produce una gran discapacidad en las personas afectadas y es la tercera causa de incapacidad laboral a nivel mundial, lo que supone un problema de salud pública importante. “A pesar de ello, en la actualidad no hay tratamiento curativo, aunque sí lo hay para disminuir los síntomas y mantener la capacidad funcional”, explica el Dr. Gun-il, presidente de Osteoarthritis Research Society International (OARSI). Por ello, la comunidad científica se afana en buscar biomarcadores para detectarla en estadios iniciales y un tratamiento que pueda frenar su progresión. Con este fin, grandes expertos internacionales se reúnen en el ‘SER-OARSI Symposium 2023’, donde tendrán la oportunidad de compartir los últimos avances y examinar futuras vías de trabajo conjunto.
“En este Simposio vamos a analizar la situación actual de la medicina personalizada y de precisión en la artrosis y, con ello, sentar las bases para que esta medicina de precisión se empiece a utilizar en la práctica clínica”, afirma el Dr. Blanco.
Según el presidente científico del encuentro, “los biomarcadores clínicos, de imagen y moleculares están permitiendo que los pacientes con artrosis se diagnostiquen antes y en fases de la evolución de la enfermedad más tempranas. Así mismo están ayudando a encontrar nuevas dianas terapéuticas y mejorar los tratamientos”. A lo que su colega, el Dr. Gun-il, añade: “Todo esto, junto con los nuevos métodos basados en la inteligencia artificial están permitiendo que empecemos a aplicar la medicina personalizada y de precisión en los pacientes con artrosis”.
Investigación y avances
Actualmente, las principales líneas de investigación están dirigidas a poder diagnosticar a los pacientes en fases muy tempranas de la enfermedad, “incluso antes de que los pacientes presenten dolor en las articulaciones, que es el principal motivo por el que se acude a consulta”, remarca el Dr. Blanco y añade que “otra línea de investigación es la definición de los endotipos y los fenotipos de los pacientes. Esto es muy importante porque, sin lugar a duda, nos va a permitir encontrar los tratamientos deseados por todo el mundo desde hace años, tratamientos que frenan la progresión de la destrucción de la articulación artrósica”.
Cuando se le pregunta por el descubrimiento del ‘Santo Grial’, que sería un tratamiento para la artrosis, insiste en que “siempre es difícil ponerle fecha a este tipo de pregunta, sobre todo cuando en la artrosis ya lo hemos hecho en varias ocasiones en los últimos 20 años y al final no se llega a demostrar esa capacidad para frenar la destrucción de la articulación”. Pero al tiempo se muestra positivo, ya que asegura que cada vez se está más cerca. “Ahora hay varias moléculas que se encuentran en fase III de su desarrollo y esperamos que alguna de ellas supere esta fase y llegue a poder comercializarse y utilizarse en la práctica clínica con los pacientes. Si eso fuese así, entonces en los próximos 5 años deberíamos tener ya un tratamiento para frenar la artrosis de rodilla”, apunta.
El presidente de OARSI comparte este optimismo. “A pesar de que en la actualidad no existe un consenso claro sobre los biomarcadores de la artrosis, gracias a encuentros internacionales como este Simposio y al esfuerzo incesante de nuestros colegas investigadores, el trabajo conjunto dará sus frutos a lo largo de los próximos diez años”, asegura el Dr. Gun-il.