Más de 350 especialistas se dan cita en el IX Simposio de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas de la Sociedad Española de Reumatología, que se celebra estos días en Bilbao.
En Euskadi 1 de cada 4 adultos padece una enfermedad reumática, lo que equivale a cerca de 450.000 personas, un número que podría verse incrementado en los próximos años puesto que algunas de las enfermedades reumáticas se asocian con la edad, lo cual conllevará un aumento de los requerimientos asistenciales que, a día de hoy, son insuficientes, ya que existe un déficit de reumatólogos. No obstante, muchas patologías reumáticas, como las enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas (ERAS) afectan a personas jóvenes, con el consiguiente gasto que pueden suponer para el sistema sanitario dada su cronicidad. “En estas patologías el sistema inmunitario agrede al propio organismo del paciente y pueden verse afectados diferentes órganos, como los riñones, el corazón, los pulmones o el sistema nervioso, entre otros. Si se tiene en cuenta las patologías crónicas en seguimiento en los Servicios de Reumatología, probablemente las ERAS ocupen en torno al 20% de las consultas”, según ha puesto de manifiesto la Dra. Sagrario Bustabad, presidenta de la Sociedad Española de Reumatología.
En el marco del ‘IX Simposio de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas de la Sociedad Española de Reumatología (SER)’, que se está celebrando estos días en Bilbao y que reúne a más de 350 especialistas, la Dra. Sagrario Bustabad, jefa del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Canarias, ha destacado la necesidad de que los reumatólogos actualicen sus conocimientos y estén “a la última” en este ámbito de las ERAS, afecciones de causa desconocida, aunque en la mayoría de los procesos existe una predisposición genética. En este sentido, ha explicado que “en estas patologías se sabe que intervienen ciertos factores ambientales que permiten que se exprese o no uno o varios genes en un sujeto, determinando o no la enfermedad. Entre ellos, cabe destacar el consumo de tabaco, la exposición al sol, ciertas infecciones virales, algunos fármacos, situaciones de estrés vital y otros peor definidos. Algunos de estos factores pueden influir en la evolución de la enfermedad, favoreciendo brotes de actividad o un peor pronóstico”.
Principales avances y retos en el ámbito de las ERAS
Por su parte, la Dra. Mª Luz García Vivar, jefa del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Basurto, ha asegurado que “probablemente existe un infradiagnóstico en cuadros menos prevalentes de ERAS y se da un diagnóstico tardío en algunas vasculitis que, para cuando las personas afectadas presentan clínica sistémica, pueden llevar años de evolución”. No obstante, la especialista ha recalcado que “el mejor conocimiento de las diferentes enfermedades, los biomarcadores y las nuevas clasificaciones van encaminadas a que los cuadros clínicos se puedan diferenciar y definir o diagnosticar antes, por lo que resulta fundamental seguir trabajando en esta línea”.
A su juicio, “se sigue avanzado de forma significativa en el conocimiento, se mejora la clasificación de las diferentes enfermedades autoinmunes sistémicas, se utilizan índices de actividad y de daño orgánico para ajustar el tratamiento de forma adecuada, etcétera. Además, se ha estandarizado el manejo integral del paciente y diversificado las opciones de tratamiento, permitiendo utilizar los corticoides en menores dosis y durante períodos más cortos”.
En cuanto a los retos del futuro, -ha añadido la Dra. García Vivar, presidenta del comité organizador del IX Simposio SER de EAS- “existe un amplio campo en investigación en relación con los mecanismos etiopatogénicos y de nuevas dianas terapéuticas que permiten mejorar las opciones de tratamiento para las personas con ERAS. El futuro se encamina hacia la terapia personalizada, pero queda mucho por andar”.
Situación de la Reumatología en Euskadi
Por otra parte, la Dra. Nuria Vegas Revenga, presidenta de la Sociedad Reumatológica de Euskadi (SRE) y del Hospital Universitario de Galdakao, ha recalcado que “Euskadi tiene un déficit de especialistas en general, aunque es cierto que en algunas áreas de hospitales comarcales se necesitaría aumentar la presencia de especialistas de manera más urgente”. De ahí, ha defendido la necesidad de incidir en el aumento de plazas MIR en Reumatología y acreditar más hospitales capaces de formar a reumatólogos.
Según el estudio “Realidad de la Reumatología en España y sus Comunidades Autónomas antes de la pandemia”, la tasa de especialistas en Reumatología por 100.000 habitantes en Euskadi es de 1,7 reumatólogos (cifra inferior a la media nacional establecida en 2,17), siendo una de las más bajas de todo el territorio nacional, junto con la Comunidad Valenciana, Andalucía y Baleares; frente a Cantabria y La Rioja, que son las que tienen un mayor número de especialistas.
En esta misma línea, “no hay que olvidar que en los próximos 10 años se jubilarán alrededor de un 30% de reumatólogos actualmente en activo, lo cual puede agravar el problema porque el relevo generacional todavía no es una realidad”, ha advertido la Dra. Vegas, quien también ha mencionado que “en los últimos años se ha ido consolidando la presencia de especialistas en las distintas áreas sanitarias, aunque todavía se está lejos de tener una plantilla que pueda dar cobertura a toda la población. Asimismo, se han desarrollado consultas con otras especialidades para una mejor atención multidisciplinar”.
En cuanto a una de las principales deficiencias que existe en la atención en dicha comunidad autónoma, la presidenta de la SRE ha destacado: “El problema surge cuando el paciente no es derivado directamente a nuestra consulta, de esta forma el diagnóstico se demora y la calidad de vida del paciente se ve deteriorada. Por este motivo, consideramos importante mejorar la comunicación y circuito de derivación desde los Servicios de Atención Primaria a las consultas de Reumatología”.
Ampliamos la campaña #Reumafit con nuevos materiales
En el contexto de este encuentro también se van a lanzar nuevos materiales incluidos en el proyecto Reumafit de la Sociedad Española de Reumatología sobre el papel de la actividad física en la prevención del sobrepeso y la obesidad en las personas con enfermedades reumáticas.
Se ha demostrado que la obesidad conduce a un entorno de inflamación sistémica de bajo grado, que provoca un aumento de la inflamación en las enfermedades reumáticas. Además, en concreto, en las enfermedades reumáticas inflamatorias autoinmunes puede tener una influencia negativa sobre la actividad de la enfermedad y la respuesta a algunos tratamientos. De ahí, la necesidad de reducir el peso en estas personas para “aliviar la carga en las articulaciones afectadas, disminuir la inflamación, mejorar la movilidad, la respuesta a los tratamientos, junto con un mayor control de los factores de riesgo cardiovascular y desarrollo de otras comorbilidades; así como mejorar la calidad de vida”, destacan los expertos que han elaborado la guía, a la vez que insisten en la disminución de la ingesta de calorías combinada con ejercicio aeróbico y de fortalecimiento como medida eficaz en la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad.
Acción medioambiental: huella ecológica
“Desde la Sociedad Española de Reumatología queremos dejar un impacto positivo en todas nuestras acciones y por ello, el ‘IX Simposio de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas’ va a contar con una acción medioambiental para tratar de aliviar la huella de carbono que supone el traslado de todas las personas que asistimos estos días al Simposio que celebramos en Bilbao”, según ha detallado la presidenta de la SER, en la línea del concepto ‘One Health’, que promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS) y teniendo en cuenta un enfoque integral de la salud que cuide del medioambiente.
En este sentido, y dentro de las acciones de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) vamos a llevar a cabo una acción medioambiental junto con el Ayuntamiento de Bilbao, en el parque Etxebarria. El lunes 19 de febrero se van a plantar varios robles, contribuyendo así a múltiples beneficios para la salud: purificación del aire y oxígeno, mejora de la biodiversidad autóctona, etc. Además, en este caso, también será útil para las personas con algunas ERAS como el lupus eritematoso sistémico, ya que éstas deben protegerse del sol, un factor que puede influir en su patología, por lo que tener más opciones de obtener sombra resulta fundamental.