Los días 1 y 2 de marzo se ha celebrado el IV Curso SER de Patología Ocular Inflamatoria, con la colaboración de UCB.
Se estima que entre el 5 y el 10% de las uveítis ocurren antes de los 16 años. En la mayoría de los casos tienen un curso crónico y cuentan con particularidades específicas que pueden ocasionar consecuencias graves o muy graves pudiendo llegar hasta la ceguera si no se diagnostican y se tratan adecuadamente. “De ahí la necesidad de favorecer una detección temprana que, junto con un manejo multidisciplinar adecuado, son esenciales para prevenir complicaciones oculares a largo plazo. El impacto sobre la calidad de vida de la disminución de la agudeza visual u otras secuelas oculares también es importante y debe atenderse de forma específica y multidimensional por parte del equipo asistencial”, según ha puesto de manifiesto el Dr. Joan Calzada-Hernández, del Servicio de Reumatología Pediátrica del Hospital Sant Joan de Déu, Barcelona.
En el marco del IV Curso SER de Patología Ocular Inflamatoria, que ha tenido lugar con la colaboración de UCB, el especialista ha explicado que “la uveítis más frecuente en la edad pediátrica es la anterior; seguida de la intermedia, de la panuveitis y de la posterior. En ocasiones puede aparecer de forma aislada o en asociación a otras enfermedades. En este sentido, hasta un 20% de las niñas y los niños con Artritis Idiopática Juvenil (AIJ) desarrollan uveítis (anterior de curso crónico), principal manifestación extraarticular de la enfermedad que representa uno de los principales condicionantes generales del pronóstico y secuelas en pacientes con AIJ. La principal causa de uveítis intermedia es la pars planitis. Y en cuanto a las uveítis posteriores pueden aparecer en el contexto del síndrome de Behçet o infecciones, entre otras. También puede aparecer uveítis en diferentes enfermedades autoinflamatorias como, por ejemplo, el síndrome de Blau”.
Abordaje multidisciplinar y seguimiento a largo plazo
Las uveítis en la infancia tienen características diferenciales tanto en las causas subyacentes, como en su presentación clínica y manejo. Por lo general tienen un curso crónico y se expresan sintomáticamente de forma muy escasa. De hecho, “muchas veces son asintomáticas y cuando se perciben alteraciones éstas son ya en forma de secuela”, ha advertido el Dr. Calzada-Hernández, quien también ha hecho mención al abordaje terapéutico en el que es frecuente tener que utilizar fármacos inmunosupresores y corticoides oculares y/o sistémicos. Además, -ha añadido- “hay que atender las particularidades de su uso en Pediatría y su impacto en el crecimiento y situación inmune, con especial atención en un calendario de vacunación correcto y el manejo de los cuadros infecciosos propios de la edad pediátrica”.
A juicio del especialista, “la uveítis en la infancia requiere un seguimiento a largo plazo para controlar la respuesta al tratamiento, ajustarlo cuando sea necesario y prevenir recurrencias y la aparición de secuelas. En el abordaje también es fundamental proporcionar información, educación y capacitación a los padres, cuidadores y al propio paciente –de forma progresiva y adaptada a su edad– sobre la enfermedad, el tratamiento y la importancia de su cumplimiento”.
Un ejemplo de este tipo de casos de diagnóstico pediátrico fue el de Virginia Nistal, ahora presidenta de la Asociación de Uveítis -AUVEA-, quien fue “afortunada” en su diagnóstico por tener antecedentes familiares de uveítis, por lo que se contaba con un factor de conocimiento médico. Por su parte, insiste en “la importancia de mejorar la detección temprana en edad infantil, ante el desconocimiento de los padres, de los médicos de Atención Primaria, así como de algunos profesionales de Óptica y Optometría o de Farmacia, pudiendo ser agentes clave en el diagnóstico de los niños y niñas con uveítis si tuvieran más conocimiento sobre la patología y recursos básicos para poder derivar a los especialistas y Unidades de uveítis”.
Visión de los pacientes: más Unidades multidisciplinares
Asimismo, la presidenta de AUVEA considera que las Unidades multidisciplinares de uveítis son un avance de vital importancia para los pacientes y familiares, tanto en el diagnóstico de nuevos casos como en el tratamiento y abordaje de la enfermedad. Sin embargo, “encontramos una falta de atención especializada en muchas zonas de residencia. Necesitamos que estén en la mayor parte de la geografía española, formando también parte de los Centros, Servicios o Unidades de Referencia (CSUR) en los que los pacientes puedan ser derivados y aceptados de una manera ágil y mediante un circuito facilitador por parte de las Comunidades Autónomas, así como de los centros y de los profesionales”, ha resaltado.
Principales novedades
“Las principales novedades en el ámbito de la inflamación ocular en los últimos años pasan por las nuevas Recomendaciones de la SER sobre el tratamiento del síndrome de Behçet refractario y sobre la uveítis, ambas publicadas en noviembre de 2023 en la revista ‘Reumatología Clínica’. Además, la recogida de datos multicéntricos desde centros de referencia va dando datos preliminares sobre nuevas dianas terapéuticas en uveítis”, ha destacado la Dra. Olga Maiz, reumatóloga del Hospital Universitario Donostia y una de las coordinadoras del encuentro formativo.
En el marco del curso, también se ha hecho referencia a “los avances en técnicas de imagen de fondo de ojo, que han contribuido significativamente al mejor diagnóstico y manejo de la inflamación ocular en los últimos años”, ha recalcado la especialista.
IV Curso SER de Patología Ocular Inflamatoria
En esta nueva edición del curso de la SER de Patología Ocular Inflamatoria, que ha contado con la colaboración de UCB y que se enmarca en la campaña “SER+UCB, creciendo juntos en Reumatología”, se han “refrescado” los conocimientos en el área de inflamación ocular incluyendo también la patología de superficie ocular, orbitaria y del nervio óptico. Este año se ha hecho una ponencia específica para la artritis idiopática juvenil y el edema macular refractario. Además, se ha ofrecido un abordaje multidisciplinar exponiendo cada una de las patologías desde el punto de vista del oftalmólogo y del reumatólogo.
Asimismo, se ha profundizado sobre la importancia del diagnóstico diferencial para lo cual es necesaria la colaboración entre ambas especialidades. Es fundamental tener un idioma común que debemos conocer de manera que el tratamiento se enfoque de forma mucho más específica y unificada. “Los reumatólogos tratamos de forma global al paciente, incluyendo el abordaje de las comorbilidades, la monitorización de los efectos adversos derivados de los tratamientos y haciendo la profilaxis y gestión de riesgos adecuada, tal y como lo hacemos en las enfermedades autoinmunes sistémicas”, según la Dra. Olga Maiz.
Los expertos destacan la importancia de crear nuevas unidades multidisciplinares, ya que la capacidad diagnóstica y la eficiencia del uso de tratamientos es mayor, lo que mejora claramente el pronóstico de los pacientes. “Además, nos dará una buena base para la creación de nuevos estudios en un futuro”, concluye el Dr. Raúl Veroz, reumatólogo del Hospital de Mérida y también coordinador de esta iniciativa.