Decálogo de la Sociedad Española de Reumatología (SER) sobre sarcopenia, en el marco del III Taller SER de Enfermería especializada en Reumatología, que ha contado con la colaboración de Janssen.
La sarcopenia es un trastorno musculoesquelético generalizado caracterizado por la pérdida de masa y función muscular, junto con una disminución del desempeño físico. Su prevalencia estimada se sitúa entre el 3-24% de la población general, siendo estas cifras algo más altas en enfermedades reumáticas.
Con motivo del III Taller SER de Enfermería especializada en Reumatología, que se ha celebrado los días 9 y 10 de septiembre y ha contado con la colaboración de Janssen, desde la Sociedad Española de Reumatología hemos elaborado este decálogo de consejos para pacientes con sarcopenia.
1. Ojo a estos síntomas: debilidad constante a la hora de realizar cualquier movimiento rutinario como levantarse de una silla o de la cama, pérdida de peso sin motivo aparente y pérdida de fuerza paulatina. Si estos síntomas se prolongan en el tiempo, la calidad de vida disminuye considerablemente por lo que es importante el diagnóstico precoz de la sarcopenia.
2. Obesidad y sarcopenia. La sarcopenia no está asociada exclusivamente a personas delgadas, ya que existe la obesidad sarcopénica, que consiste en la pérdida de músculo que se sustituye por grasa. Es común y tiene los mismos síntomas y el mismo diagnóstico que la sarcopenia primaria y secundaria.
3. La genética también juega un papel clave. La susceptibilidad genética es un factor que predice la presencia de sarcopenia, cuya alteración ocasiona un impacto en la musculatura y capacidad funcional del adulto mayor.
4. Los cambios hormonales y menopausia de la mujer. Si bien es cierto que la sarcopenia se asocia a hombres y mujeres, hay que tener en cuenta que en el caso de las mujeres aparece un elemento clave para la proliferación de la enfermedad en algunos casos: la menopausia. Los cambios hormonales de la menopausia tienen relación, en concreto, con la obesidad sarcopénica.
5. Acude al médico para que haga las pruebas necesarias. Actualmente el diagnóstico de sarcopenia se realiza mediante los criterios EWGSOPII. Se realiza un cuestionario sencillo que si es positivo se pasa posteriormente a un test de fuerza. En el caso que el test de fuerza estuviera por debajo de los puntos de corte establecidos se lleva a cabo una prueba para medir la masa muscular apendicular mediante densitometría ósea, resonancia magnética o bioimpedanciometría y, por último, en casos de sarcopenia confirmada, el test de marcha para conocer la severidad de la sarcopenia.
6. Practica ejercicio físico, ya que previene la sarcopenia. En casos de sarcopenia diagnosticada, un programa de ejercicios progresivo y personalizado es parte del tratamiento. Este programa se basa en ejercicios de fuerza y resistencia centrado en las extremidades inferiores durante un período mínimo de 12 semanas.
7. Presta una atención adecuada a la alimentación. Es importante realizar una alimentación completa y equilibrada basada en la dieta mediterránea para prevenir la sarcopenia en los adultos mayores. Se recomienda basar la dieta en el aceite de oliva, frutas, verduras, cereales integrales, lácteos y no perder los aportes necesarios del pescado (en particular del pescado azul), legumbres y carnes en menor grado. Las recomendaciones en relación al consumo proteico de alto valor biológico en la tercera de edad son de 1 a 1,2 g/kg (peso corporal) al día repartidas en las comidas del día para prevenir la sarcopenia. El principal problema es que hay carencias nutricionales importantes derivadas de problemas de masticación, digestivos o de elaboración de comidas, por lo que el riesgo de malnutrición es elevado en personas de edad avanzada.
8. ¿Es necesaria la suplementación dietética para la sarcopenia? Contando con una nutrición saludable, sólo en casos de déficit que no se puede corregir con una correcta nutrición se realizaría suplementación como al tener déficit de vitamina D o de vitamina B12.
9. ¡Cuidado! Mayor riesgo de fracturas. La asociación entre sarcopenia y osteoporosis es común. La sarcopenia aumenta el riesgo de caídas y con ella el riesgo de fracturas, por lo que es muy importante conocer el diagnóstico de sarcopenia asociado a osteoporosis.
10. Hay que tomarlo en serio. La sarcopenia se relaciona con la fragilidad, pero también se ha descrito que se asocia a un aumento en el riesgo de presentar mayor número de infecciones o peor recuperación tras una enfermedad aguda. Incluso algunos trabajos lo han relacionado con mayor mortalidad.
* Decálogo realizado con la colaboración de Laura Cano García, del Servicio de Enfermería del Hospital Regional Universitario de Málaga y una de las coordinadoras del III Taller SER de Enfermería especializada en Reumatología.
La importancia de Enfermería
Para la Dra. Raquel Álmodovar, reumatóloga del Hospital Universitario Fundación Alcorcón de Madrid y una de las coordinadoras del curso, “es fundamental poder disponer de una enfermera/o especializada/o en Reumatología, por ser una pieza indispensable dentro del Servicio de Reumatología, ya que conlleva múltiples aportaciones como colaborar en la evaluación de la actividad inflamatoria de la enfermedad, facilitar la detección precoz de efectos secundarios y comorbilidad, mejorar la educación relacionada con la salud, etcétera”. Asimismo, añade que, con la aparición de las terapias biológicas, su rol ha cobrado aún mayor importancia, por la necesidad de tener un personal formado en el manejo de estos tratamientos y su monitorización. Diferentes estudios han demostrado que su participación contribuye a un mejor control de la actividad y calidad de vida de los pacientes; reduce el uso de cuidados de atención primaria, favorece una mayor calidad percibida por el paciente y, además, es coste efectivo.
En España, según los últimos datos analizados, aproximadamente sólo el 70% de los hospitales disponen de Enfermería en Reumatología, por lo tanto, la Dra. Almodóvar aboga por “seguir trabajando juntos para conseguir que sea indispensable su presencia en todos los centros hospitalarios y apostar por una Enfermería especializada”.
Sobre el III Taller SER de Enfermería especializada en Reumatología
Durante los días 9 y 10 de septiembre se ha llevado a cabo la tercera edición de los Talleres SER Enfermería especializada en Reumatología, con la colaboración de Janssen, para mejorar la formación de los profesionales de Enfermería que, a juicio del Dr. Héctor Corominas i Macías, reumatólogo del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona) y coordinador del curso, “tienen un rol trascendente para nuestra especialidad”. A su juicio, “reconocer a la Enfermería de práctica avanzada es clave. Tal como han hecho otras especialidades médicas y quirúrgicas, la función de Enfermería debería ayudar a diseñar una atención centrada en el paciente, ayudando a reducir visitas innecesarias, manejando mejor las terapias y sus posibles efectos adversos, para atender a los pacientes con un enfoque holístico”.
Por su parte, el Dr. Pedro Zarco, reumatólogo del Hospital Universitario Fundación Alcorcón de Madrid y también coordinador del curso, explica que esta 3ª edición “ha integrado una actualización teórica y otra más práctica, revisando el gran número de nuevos tratamientos que se han ido incorporando en Reumatología en los últimos años con especial énfasis en el manejo de sus efectos adversos”.
“La parte práctica se ha desarrollado a través de diferentes talleres con grupos reducidos en los que se han tratado temas como qué se debe hacer para poner en marcha una consulta de Enfermería en Reumatología o cómo se puede mejorar la educación grupal de los pacientes, qué se debe conocer para realizar un proyecto de investigación, cómo valorar las enfermedades autoinmunes sistémicas o la nutrición o la sexualidad en los pacientes reumáticos”, ha precisado el especialista.